jueves, 29 de enero de 2015

QUERÍA DECIRTE

Quería decirte.
A lo mejor entre rincones,
entre una carretera helada,
entre la madrugada y el tiempo
de todos los inviernos,
de los meses de Diciembre a Enero;
de todas las vidas y la inercia,
de cada autobus de líneas
nubladas, saber
inquietante su vientre.
En los besos
minar el trébol,
hacerlo escarcha de nieve 
en el almendro. 


viernes, 23 de enero de 2015

PISAR LA MADRUGADA

Piso la madrugada
 como un ladrón de cuerpos
entre los sigilos suaves incandescentes de la noche.
Me refugio en el sortilegio que alumbra la nocturnidad
hecha agua de mayo en plena nube.
Las cloacas infunden una fracción en los deseos,
las manos se hinchan como líquido pudiente
en las borracheras del revolver.
Me encharco a viva luz de cada día,
de cada manera,
de cada muerte, de cada incierto anhelo.
Como las mariposas bajo la charca azul
de las infinitas posibilidades.
Salvajes pintan las cuevas en los mármoles,
el ventrículo es un apacible óbito,
escaño,azotea,
piedra sobre piedra en el motel.
Sortilegio es tu palabra por encima de la mía
anunciando una boca;
sortilegio en los discursos que saben a poco.



domingo, 11 de enero de 2015

POEMAS A FAVOR DEL PUEBLO PALESTINO Y SAHARAUI

Mi nueva colaboración en el nuevo volumen de Poemas dedicados a Palestina
 ilustrado por Sergio Pezzutti 




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Otra colaboracion en el poemario dedicado al Pueblo Saharaui:

ARROZALES

Me caigo entre los arrozales
fustigando las rosas entre mis labios, o entre el cuerpo,
como una pluma deslizándose a lo largo del horizonte,
entre clarines de vidas, o suaves murmullos,
suaves gestos en flor en la mediana
de la carretera que me lleva hasta tus íntimos confines.


 

martes, 6 de enero de 2015

GUERRA

 

Guerra en los renglones floridos,
en esquinas que rompen las letras
como el tornado en los secuestros.
Igual que Babel confundiendo los charcos,
igual que el señuelo
en los siseantes panfletos
de los oídos vespertinos.

Igual que la resta multiplicada por la odisea
de ser o no aforismos engendrados en la cornisa.
Las tejas galopan entre ruidos y vaivenes
de un Dios que agita la coctelera pensante,
atrayente, en una pendiente que resbala
como heridas de viejos soldados camuflados
en treguas menguantes, acicalando, peinando
mis manos entre el temblor, de consumir
entendidos y pareceres.
Eso sí, mi diestra se asemeja
a la zurda, en el querer y no poder.

CARBÓN

Esta noche brindo por el carbón que se resiente en los pasillos,
en el tiznajo de la entreplantas.
entre los eslabones de cada peldaño.
Mi cara no es un remolino
salvaje de corceles.
Es un pasillo ataviado de sudores
de teléfonos sonando en la mesilla.
Si atravieso la puerta
me encuentro con un cuerpo desnudo en las baldosas.
Si enciendo la copa del Lambrusco,
mi sangre circula entre las líneas del telegrama.
Y reconozco la mordedura de los vikingos.
Una sola letra escribiré esta noche
y será la esquela de mi retiro.
Al final ¿te morirás en los sorbos?
Me ocuparé de bostezar cuando pronuncie tu nombre.
Doblegar las raíces cuadradas del cubierto.
Y la filosofía será un repaso de álgebra
en las cuatro esquinas de mi cama.
Juzga el pasillo.
Y me lanzaré al río donde procrear células
que revienten los oídos.
Esta noche quiero carbón, donde retozar
las margaritas para los cerdos, y los suburbios
blanquecinos.